La Noticia del Día

Muuu!! A ver que os parece:

Tres presos israelíes se quedan en una cárcel sueca porque quieren ver el Mundial por TV.

  • Los reclusos rechazan ir a cumplir la sentencia a su país

  • ¿El motivo?: Filetes, sexo y los partidos del Mundial gratis

Aunque normalmente, los israelíes piden ser trasladados a Israel, en general el pedido de presos israelíes para cumplir sentencia en su país es denegado.
Pero en Suecia las condiciones de detención son tan buenas que los reclusos se han negado a dejar su prisión, según destaca el diario israelí Yedioth Aronoth.Cada preso tiene celda individual, con televisión de pago y el Mundial gratis, y tiene derecho a acompañamiento conyugal en un apartamento de lujo situado en las dependencias de la penitenciaría.

Israel y Suecia firmaron un convenio para que sus respectivos presos puedan cumplir sentencia en su nación de origen.
El cónsul general israelí en Estocolmo fue a visitar a los tres presos, pero dos de ellos lo echaron de la habitación y le exigieron no ser molestados.
Las celdas están impecables, y como los fines de semana en la cárcel no se sirve comida, los presos pueden pedir comida al exterior con presupuesto carcelario. Uno de ellos dijo que prepara barbacoas todos los fines de semana con sus compañeros.

El cónsul dijo en su informe al Ministerio de Exteriores israelí que le pareció haber visitado una hotel más que una cárcel.


No importa si estás en una cárcel de Brasil (donde las condiciones son infrahumanas), en una de España (digamos... ¿tipo medio?), o en una sueca. Está clarísimo que éste maravilloso invento humano no sirve ni para castigar ni para reisentar en la sociedad.

Si son horribles, estar dentro es peor que estar fuera: la alimentación, higiene, salud y protección son inexistentes y tienes contacto con muchos más criminales, lo que hace que, al salir, ya tengas algunos trabajitos pensados para hacer y con más experiencia y conocimientos. Por supuesto, de haber aprendido la lección, nada de nada.

En las cárceles más humanizadas tampoco parece que la cosa funcione. Los índices de criminalidad son menores que hace 20 años, pero siguen siendo altísimos. En algunas cárceles hay más comodidades que en muchísimas casas obreras. Mucha gente tiene mejor alimentación, mejor horario, mejores compañías (a los de fuera no les gusta mucho dar trabajo a un ex-recluso), acceso a bibliotecas, talleres, etc. Incluso muchos estudian derecho para poder saltarse la ley más y mejor, aprovechando la enormidad de agujeros que tiene.

Todo ésto da como resultado la increíble paradoja de Cadena Perpétua, esa gran peli. Hay gente que no quiere salir de la cárcel, alucinante pero es cierto, dentro se sienten mejor. O no puede, porque después de 20 años, el mundo exterior es una enorme selva desconocida y encerrado en la cárcel está a salvo.

Obviamente, aquí algo falla. La pena de muerte y la cárcel han demostrado que no son válidas. ¿Entonces, qué hacemos?

Muuuuuuu