Juventud... ¿divino tesoro?
Muuuuuuuuu! Pasteo un mini artículo escrito por Antonio Pérez Henares titulado La Ideología del Botellón aparecido en el Blog La Marea de Periodista Digital. El artículo está en su totalidad porque es bastante breve y su lenguaje sencillo y cercano facilita enormemente su lectura: Algo ha debido pasar, y así a primera vista no parece que sea bueno, para que las generaciones de jóvenes hayan pasado en treinta años de proclamar “queremos cambiar el mundo y lo queremos ahora” a convocar, eso si con las mas modernas tecnologías, la gran movilización en pro de la borrachera masiva. Las ideologías y rebeliones , con causa o no, vienen a culminar en la definitiva catarsis: el botellón. Algo se venía venir, desde luego. La moda convertida en seña de identidad filosófica, el fútbol como razón mayoritaria de felicidad o depresión vital e intelectual y las marcas como máxima expresión y categoría de pensamiento no podían culminar en cosa diferente en que el alcohol se convirtiera en el símbolo “revolucionario” de una generación. Beber en masa es la consigna, la apoteosis etílica la utopía y la resaca la medalla al valor con que se condecora a los héroes rebeldes. No es escándalo. Desde luego a mi no me lo provocan y hasta entiendo que protesten porque les crujan con los precios y expriman su ocio como aves de rapiña. Hasta lo de tomarse el trago al aire libre y hacer su corrillo mas barato y a su bola tiene su aquel y el que esté libre de culpa que tire la primera piedra. No es escándalo, digo, es cierta y perpleja pena. La sociedad del consumo, el dinero, el exito, el poder,la basura y la telefama ha generado estas manadas de aburridos derechohabientes, mimados, consentidos, algodonados, sin capacidad ni para la ilusión ni para el esfuerzo, borregos hasta en su reivindicación de identidad, sin deberes, ni metas, sin impulsos, sin genio, sin pulso. Hastiados, se aburren , exigen que les llenen desde fuera lo que es puro erial, puro vacío interno y rompen cosas y golpean los muros y las papeleras cuando en realidad lo que se están rompiendo es la cabeza. Y el futuro. Porque todo lo tienen y de nada les falta.Pero todo les ha sido dado, todo por añadidura, nada por logro. Tanto tienen y tan corta vista y objetivo que no aspiran a nada . Ni a un sueño. Están hartos. Nada necesitan. Solo una borrachera. Pobrecillos.¡Que viejos!. Cuando uno quiere quedar bien en temas de tamaño de pene, diversos ex e hijos, siempre se dice aquello tan cargado de sabidurida popular de "nunca es bueno comparar". Pero bien sabe Odín (que pasa, a mi me gusta más la mitología nórdica que la vaticana) que yo no nací para quedar bien ni soy amiga de los formalismos, así que me paso por el forro de las ubres el conocimiento añejo de la nación y me pongo a comparar. Pues anda que no soy yo ni ná!!! Y qué comparo? Pues hombre, podría comparar a los jóvenes-gentucilla de aquí con los franceses, que prefieren tener un ojo morado a verse denigrados con políticas sociales de empleo cuasi-esclavistas. Y si me pongo borde y comparo los jóvenes de aquí con los suecos o los holandeses, el descojone sería más que generalizado. Y no hablo de que allí tienen mejor sistema educativo o mejor sanidad o más pero mejor invertidos impuestos. Hablo de lo que cuece dentro de una olla de un ser humano de 28 años (media de edad de los mongólicos de Barcelona, cuyas edades rondan entre 19 y 36). Alguien podría decirme que todo es cuestión de educación. Que los precios de ahora son tan abusivos y pagamos tantos impuestos que para comprar una puta casa necesitas 2 nóminas y una hipoteca de 50 años y claro, a ver como narices educas al niño / niños. Y yo respondo: ya que estamos metidos de lleno en la demagogia, primero, no tengas hijos si los tiene que criar tu madre/suegra que tiene ya 50 o 60 (o más) años y está hasta las pelotas de criar hijos; segundo, yo recuerdo que mis padres pagaban una hipoteca al 20 incluso al 30% de interés (estaban literalmente fritos) y oye, a base de currar como unos putos gilipollas durante 18 horas al día (incluída yo) pues salimos adelante. Y tuve educación y mucha. Y sí, tuve mi etapa de hacer el payaso (edad del pavo, cro cro cro), pero me duró bastante poco (no estaba el horno para bollos) y mientras la tenía, también estaba preocupada por mi futuro y por el de los que estaban a mi alrededor. Y yo soy una vaca de 27 (casi) años AHORA que tiene días que no duerme (porque soy demasiado consciente) pensando en el planeta y que, por eso, intenta ayudar todo lo que puede siendo socia de Greenpeace y de WWF/Adena y colaborando con látigos despertadores en el blog y, en general, siempre que puedo. Así que, por favor, que alguien me lo explique. Coño, y ya que me pongo comparativa (me siento la OCU), podría comparar mis 19 años con los de esta gente y ponerme en plan abuela (lo siguiente, léase sin dientes): - joer, en mi época si follabas con 15 eras una guarra, en mi época si bebías antes de los 18 eras un problemático de cuidado y había que darte correctivos especiales (chungos que te cagas), en mi época jugábamos a la goma y a la comba y no al gta san andreas, en mi época nadie se cagaba en los muertos del árbito (del puto fútbol), en mi época... En mi época no éramos tan gilipollas, coño. Aunque nos dejasen serlo. ¿Dónde está el norte de esta gente? Se supone que la juventud es el motor de la sociedad, se supone que son utópicos, luchadores y rebeldes, cuyo sentido de la injusticia está bordeando los límites establecidos y, con el tiempo, se a(m)burguesan. Se supone además que, estos jóvenes, nos tienen que pagar las pensiones. Y por último, y más grave, se supone que estos jóvenes seguirán siendo subnormales y, como nadie puede/quiere impedirlo, tendrán hijos como conejos y pasarán de crear auténticos desastres de 11 años a crear auténticos monstruos de 6 o 7. Me parece demasiado suponer. Demasiado peligroso. Con respecto a esos niños cabrones que dan palizas y a los que aguantábamos el chaparrón, siempre han existido. En mi época y en todas, los putos niños sienten la necesidad de reafirmarse cascando al personal (y otr@s, como yo, madurábamos a base de ostias). Siempre ha habido de todo, siempre hay de todo y siempre habrá de todo. Pero grabar palizas a los compañeros o gente de la calle con el móvil para luego colgarlo en internet, montar semejante batalla campal por la puta mierda del botellón o, según una reciente encuesta, que los jóvenes no sepan quien fue Franco (ese enano cabrón), cuando fue la Guerra Civil o ni sepan decir los nombres de 5 ministros, nos debería indicar que algo está pasando. Aún no he visto a N A D I E (de los que deben) proponer solución alguna. ¿Comenzamos nosotros? Muuuuuuuuuuuuuu!!!!!!! |
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